jueves, 13 de junio de 2013


Los latidos se hacen más profundos y dolorosos, el respirar se hace más difícil sin el aire que tu solías darme, pronto me dirijo hacia pensamientos donde me veo arrasado por la soledad, es ahí, cuando las lágrimas empiezan a caer y en instantes logran empaparme el alma.

Tengo las venas rotas, con su sangre, le escribía a cada parte de tu cuerpo, a cada recuerdo, a cada momento, a cada sonrisa, pero ahora le escribo a la soledad, pues ella, es quien está presente, ella es quien siempre aparece cuando todos se han ido, ella es quien siempre me acompaña, ella es quien nunca me abandona, ella es quien se enamora de mi dolor y yo me enamoro de su presencia.

Que puedo hacer cuando tengo alas, cuando tengo tantos lugares a los que puedo volar, pero el volar lejos de ti no está en mis opciones. Viste mis errores pero no tuviste el valor de ver los tuyos, desbordaste tus sentimientos hasta un abismo donde yo no los pude sostener y tuviste miedo a todo menos a mi partida.

Te pregunte por nuestro amor, las promesas, las palabras, por todo lo que decías sentir, por todo el tiempo invertido, por los besos y sonrisas provocadas, por los cafés compartidos, en especial el de nuestras miradas. ¿Qué hay de las noches de desenfreno, las noches de locura y pasión? ¿Qué hay de los recuerdos que dejamos en la cama? ¿Qué hay de nuestro deseo de estar juntos? Tu respuesta fue el silencio, un silencio que retumbo en la habitación, en los lugares que frecuentábamos, después, ya no hubo nada que pudiera o que quedara por decir.

Espero que lo poco o nada que te di te sirva de algo, que me recuerdes en un día de invierno, en las noches de luna llena, en tus labios, en tu cuerpo, espero que recuerdes mis dedos enredados entre tus cabellos. Espero que recuerdes que "perder un amor duele, pero perder un amigo mata", en mi caso, perdí a ambos y en la misma persona.

jueves, 6 de junio de 2013

Tu boca.


Tu boca se parece tanto a los libros, pues ambos me emocionan, me provocan, me hacen soñar, me sonríen y me hacen sonreír. Me hacen olvidar este mundo, mis preocupaciones, mis malos momentos porque en ellos puedo viajar, recorrerlos de norte a sur, una y otra vez y al final morderme de ganas por más. Me envuelven, me hacen volar, me hacen perder el tiempo y el espacio, me calman y me apasionan. Me sorprenden, me aceleran el corazón, me quitan la respiración. La gran diferencia es que tu boca hace que estas sensaciones sean mucho más intensas. Tu boca me encanta muchísimo más.