Le soy sincero, tengo miedo, muchísimo miedo, lo siento
aquí, en el pecho y lo tengo escrito en el pensamiento, aunque no le diga nada,
tengo miedo, miedo de que el frío sea más insoportable, miedo del vacío no sólo de mi
cama donde usted suele soñar, si no del vacío del corazón, en ese lugar donde le
guardo un lugar especial que nadie más puede ocupar.