miércoles, 6 de mayo de 2020

Burbuja.


Me encontraba en un bar, después de una semana difícil con varios altibajos resolví a salir en solitario a tomar unas cuantas cervezas, a olvidar y alejarme de lo que había sido un traspiés, recuerdo que aquella noche iluminaba la luna en lo más alto, nunca la había visto tan grande, lo cual me hizo pensar "hoy será una buena noche", justo lo que necesitaba y como premonición la noche se tornó grata. Llevaba un buen tiempo en el bar, de fondo sonaban The Rollings Stones, poco a poco la música llenaba mi cuerpo, entrando por todo mi sistema, haciéndome vibrar, disfrutaba de la soledad, de la compañía que una cerveza puede brindar y la forma en cómo cambia la perspectiva después de un par de sorbos, pero pronto mi compañía seria mayor.

Terminando mi segunda cerveza, volví la vista hacia la entrada del bar, cual si fuera película de cine, su entrada estaba ambientada por la música y por un momento parecía caminar en cámara lenta, era una morena, cabello negro y ondulado hasta la zona lumbar, labios pintados de un rojo suave pero que hacía ver sus labios intensos, con una belleza que saltaba a la vista y que no podía ser ignorada, por un momento me sentí como en una especie de trance, sin embargo moví la cabeza para entrar en sí y desviar mi mirada; pedí otra cerveza, la chica se acercó al lugar de la barra donde me encontraba y también pidió una cerveza, mientras esperaba mi pedido, la observe de reojo, observando que más podría admirar de aquella chica, note su fragancia, era un olor dulce, un olor que me hizo recordar a los girasoles que veía crecer en el jardín de mi casa cuando era niño.

Recibimos nuestras cervezas a la vez y ambos agradecimos al unísono, aquello hizo que se cruzaran nuestras miradas y sonreímos, fue como si Miguel Angel pintara su obra sublime en su rostro y a su vez, por dentro de mí fue como el caos de un volcán al hacer erupción, algo muy intenso, arrollador, con encanto y fascinación. Tenía ojos color oscuro, con pupilas grandes como la luna de esa noche, su mirada reflejaba ternura y misterio, un misterio que deseaba descifrar y que me tentaba a conocer. Alce mi botella en señal de brindar mientras seguía observando los rasgos de su rostro, ella correspondió acercando su botella para chocarla con la mía, mientras le decía "que sea una buena noche, una noche agradable" respondió con entusiasmo "brindo por eso, es lo que espero", sonreí y tomamos un sorbo, luego de nuestro brindis, nos presentamos y empezamos a charlar, fue una conexión extraña, algo automático, teníamos puntos de convergencia y desavenencia que nos llevaban a hablar apasionadamente con argumentos que nos llevaban a debates, pero siempre encontrábamos como coincidir.

La noche se nos fue entre conversaciones, risas y coqueteos, resolvimos a salir del bar para tomar una copa de vino, durante nuestra charla comento que era conocedora de vinos pues había crecido en un viñedo con su familia, su tono de voz se tornó con nostalgia mientras contaba una anécdota de su infancia, explicando una tradición de su familia y las personas del lugar de donde creció, comento que cuando conocen o consideran que una persona es singular hacen una selección especial de un vino preparado de manera particular, lo que hace que su sabor sea cautivante, interesante y que por esa razón se volvió tradición, fue el cumplido más sutil y formidable, sonreí y ante su asombro le bese la mejilla, me observaba con desconcierto y fascinación, se sonrojo pero continuo con su historia tratando de ocultarlo. Tomamos vino mientras ambientamos nuestra conversación con Bob Dylan, seguíamos encontrando cosas en común hasta que dejamos de hablar pues empezamos a besarnos.

Todo con ella se sentía como una contraposición pues sentía un estado de relajación y éxtasis, deseando hacerla mía pero también de disfrutar el momento y cada caricia que me brindaba, las ganas iban en aumento con cada acto que realizábamos, la acerque más a mí, toque sus senos por encima de su blusa negra que dejaba entrever un ligero escote, acto seguido roso mi miembro con su mano derecha mientras con la otra me empujaba hacia ella para besar mi cuello, cientos de besos y caricias después, poso su derrier sobre mis piernas, la estruje hacia mi cuerpo mientras nos fundimos en un beso apasionado que entre cortaba nuestra respiración, tocaba su espalda de arriba hacia abajo para terminar en su trasero que era tan hermoso y prominente como una cordillera, pronto la despoje de su blusa y su pantalón que acentuaban sus curvas, ambos solo quedamos con nuestra ropa interior, cabalgaba sobre mí, se oprimía contra mi entrepierna, cada ataque con más fuerza que el anterior, percibía el brío de sus caderas y su cuerpo moverse sobre mí, arrojándome a ese abismo de deseo que era su figura, se aferraba hacia a mí y me percataba de la dureza de sus pezones contra mi pecho, me embelesaba, todo lo que me generaba era como un libro, entre más te implicas en la historia quieres más y más, no deseas parar y que no termine nunca, todo aquello mientras sonaba Al Green de fondo, era como una danza al ritmo del blues y el soul sin levantarnos del sofá, era algo hipnotizante.

Ya desnudos, la recosté sobre la cama y observaba desde arriba la belleza de su desnudez, entretanto disparo una sonrisa coqueta mordiendo sus labios, su cuerpo era un invitación a la lujuria, me invitaba a fundirme en el, me lance sobre ella, me besaba con tal osadía mientras me envolvía entre su cuerpo con sus brazos, entré en su feminidad, explotamos de placer, constreñimos nuestros cuerpos uno contra el otro, me abrazaba entretanto me mordía la parte baja de las orejas y me susurraba sus gemidos, recorrimos la cama, cada centímetro fue explorado, nos extasiábamos de satisfacción, recobramos un momento el aire tumbándonos en la cama mientras nos observábamos y caíamos en la hilaridad, en todo momento seguíamos conversando pero en otros lenguajes, pronto volvimos a unirnos para continuar nuestras conversación sobre la cama. 

A la mañana siguiente me desperté, algo desubicado, la chica que había conocido la noche anterior se había marchado, en mi mesa de noche posaba un papel con un mensaje: "que hermosa coincidencia conocer a alguien tan increíble, sentir tal conexión, hacer corto circuito y arder, nos cruzaremos en otro camino...", quedé perplejo y rememoraba todo lo acontecido, fue algo inefable, fue glorioso y efímero cual burbuja.

Meses después de nuestro encuentro furtivo, volví a nuestro lugar de encuentro, frecuentemente visite el bar con la esperanza de volver a tropezar de nuevo con la coincidencia, sin éxito alguno, justo cuando perdía el ímpetu de la idea de reencontrarla, apareció, estaba distraído en mis pensamientos, percibí el aroma a girasoles y escuche su voz, "Hola, que coincidencia", volví mi vista, allí estaba ella y nos sonreímos como la primera vez, pensé dentro de mí, esta vez no será efímero como burbuja...

lunes, 11 de enero de 2016


Cuando te encuentras rodeado de la naturaleza, piensas con más claridad y tranquilidad, puedes observar lo que te rodea: las montañas, la vegetación, los animales, el río, entre otras cosas. 

Me quede observando el río y surgieron un par de analogías sobre el mismo, la vida y el hombre, es decir, el agua que corre por el río se encuentra en constante lucha con piedras de distintos tamaños que debe evadir para seguir su fluir; del mismo modo, el ser humano está en una constante lucha contra sí mismo y su mundo donde en su transcurrir encuentra y se enfrenta a obstáculos, y que así como el agua, busca salidas para evadir lo que le impide avanzar para seguir su camino.

Sin embargo la cuestión no acaba allí, posterior a ello el río se encuentra con un abismo donde cae y debe salir para poder continuar su cauce, respecto a esto el ser humano tiene dos opciones: proseguir o estancarse, quedarse quieto, calmado y sin avanzar.

Por lo anterior, el ser humano es un ser dinámico y que puede estar en constante cambio, puede fluir como aquella corriente de agua y encontrar su desembocadura donde se une al mar y logra ser mejor, más fuerte e inmenso, por ello el hombre hace algo similar comete errores, se enfrenta a su tropiezo y busca mejorar, evolucionar, reinventarse.

jueves, 10 de diciembre de 2015

Doble filo.

El beso, una conexión de dos piezas de un rompecabezas que desea encajar, es sentir que la otra persona te complementa, es sentir que el tiempo se detiene y que se puede perder la noción de este, a su vez puede ser la declaración más sincera de amor que una persona te puede regalar o por el contrario puede ser la mentiras más grande que alguien te puede decir, es sentir mariposas en el estomago como dirían los enamorados para explicar el revolcón de sensaciones aunque después puede ser un huracán que te destroce y que tengas que reinventarte, sin embargo más allá de todo, de eso se trata el amor, de sentir la alegría más incontenible e indescriptible o la tristeza más insufrible y lacerante.

miércoles, 3 de junio de 2015

Carta corta de un recuerdo.

Un recuerdo totalmente vivido... La primera vez que cruce con sus ojos, en aquel momento solo pude observar y grabar su rostro en mi mente, sus pupilas color marrón con un brillo que te cautiva me llenaron de calma, ellos parecían indicarme que nos necesitábamos y, que por supuesto queríamos porque ambos eramos culpables de todo lo que ocurrió, en especial de las cosas buenas, por eso, por sus ojos me declaro culpable de mis actos y aclaro que no me arrepiento de ninguno de ellos. Recordar esos momentos en cierta medida te llena de satisfacción pues a pesar de que ya no siga en pie me alegro de haberlo vivido, cada experiencia me hizo vivir, por ello ella era como el arte pues me hacia sentir algo.

domingo, 24 de mayo de 2015

Nos sobran los motivos - Joaquin Sabina

"Este adiós no maquilla un hasta luego, este nunca no esconde un ojalá, estas cenizas no juegan con fuego, este ciego no mira para atrás. Este notario firma lo que escribo, esta letra no la protestaré, ahórrate el acuse de recibo, estas vísperas son las de después. A este ruido tan huérfano de padre no voy a permitirle que taladre un corazón podrido de latir. Este pez ya no muere por tu boca, este loco se va con otra loca, estos ojos no lloran más por ti."

sábado, 25 de abril de 2015

He vivido lo suficiente para afirmar que siempre es bueno tener a una mujer a tu lado y es que ellas pueden estar a tu lado de muchas maneras, algunas pueden ser tu amiga, otra tu cómplice o tu acompañante de viaje, de experiencias, puede ser quien te complica la vida pero no imaginas la realidad sin ella, otra puede ser quien en ciertos momentos te acercara su hombro para consolarte, quien te cuida y quien te quiere, sin embargo es mucho mejor y mas interesante cuando encuentras todas esas maneras en una misma mujer y que afortunados son los que ya la encontraron.

martes, 24 de febrero de 2015

Allí, donde el silencio es un regalo para escuchar, las aves generan su sonar y ambientan el momento, el paisaje ante mis ojos era mi prioridad, no podía dejar de asombrarme por la hermosura del lugar donde podía observar las curvas de cada montaña, donde el bullicio de la ciudad no podía llegar y las luces de la misma eran un adorno que hacia relucir lo poco que se lograba reconocer.
Nuestro universo y la naturaleza son tan asombrosos que te da la posibilidad de elegir hacia donde mirar, pues el paisaje estaba engalanado con la compañía de la luna que desde que la oscuridad se presento, ella se asomo para exhibir e iluminar con su belleza.
Mi cabeza giraban hacia todas las direcciones, podía observar el cielo donde también estuvieron presentes las estrellas que titilaban como si trataran y quisieran comunicarse, las nubes no se quedaron atrás, pues por momentos me privaban de la luna, pero en otros la hacía resaltar aun más.
Allí, donde nada más importaba, donde la mente se me quedo en blanco porque no podía pensar en nada más, donde la noche se me fue en un instante con la compañía y las risas, allí donde mi boca se quedo muda pues no hay una palabra más exacta para describir tanta belleza.