domingo, 3 de junio de 2012

La estación del tren.

Aquello que nos unió,
aquello que me hizo tan feliz en esos días 
de repente y sin previo aviso se desvaneció.

Aquello que quería construir junto a ti,
aquello que creía que era amor termino en una ilusión,
un amor pasajero que salio de la estación para subirse a un tren con destino incierto.

Aquellas palabras que dijiste se las llevo el viento, 
el firmamento con un color opaco y una lluvia intensa lloro nuestra historia
y con un relámpago brillante y estruendoso que enceguece mi vista 
anuncio que todo acabo.

Aquellos besos que me llenaban de amor 
se ocultaron en mi interior y se marcaron en mis labios.

Aquellos días en que fui tan feliz, ahora se han ido y me han dejado 
en la penumbra de la oscura, angustiosa e insoportable soledad
ha dejado mi corazón en pedazos y mi alma confundida y sin rumbo.

El tiempo curará las heridas 
y traerá consigo otro tren que me saque de la desesperación, de la soledad y del abismo de la muerte, cuando este apunto de rendirme me extienda su mano y me de la fuerza para levantarme.

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